El avance de la tecnología es una de las cosas que nunca nos dejará de sorprender ofreciéndonos nuevos dispositivos o mejoras de los ya existentes que nunca hubiésemos pensado que podrían llegar a existir y una vez más la realidad supera a la ficción. ¿Se imagina cargar la batería de su teléfono móvil a través de un tatuaje? Esta afirmación que parece extraída de una película de ciencia ficción será posible en un futuro no muy lejano.
De acuerdo a las últimas investigaciones realizadas por la Universidad de California, nuestros tatuajes podrían convertirse en baterías biológicas capaces de cargar nuestros teléfonos móviles. Pero ¿cómo puede funcionar esto? La respuesta es muy sencilla: gracias a nuestro sudor.
Los investigadores citados han desarrollado una sensor que actúa a modo de tatuaje temporal que genera energía a través del sudor que producimos al movernos. El sudor contiene ácido láctico que al entrar en contacto con una enzima contenida en el tatuaje se genera una corriente eléctrica de hasta 70 micro vatios por cada centímetro cuadrado de piel.
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