Cónoce la relación que hay entre selfies y anunciantes

Entre tanto e infinidades de selfies que de paso nos encanta compartir en las redes sociales son más peligrosos de lo que parecen a simple vista. Y no sólo porque nos están convirtiendo en unos narcisistas redomados sino porque, por culpa de ellos, somos más que nunca presa fácil de los anunciantes.

Que muchos anunciantes se están poniendo literalmente las botas con nuestros selfies lo demuestra el hecho de que varias empresas -Ditto Labs y Piqora, entre ellas- rastrean constantemente los datos que se están agazapados en nuestras “autofotos” para vendérselos después a los “marketeros”.

A continuación, observarás en esta infografía publicada por The Wall Street Journal, desvelamos todos los datos personales que se esconden tras los selfies y por qué tales datos son un auténtico diamante en bruto en manos de los anunciantes:

1. Rostros

Los rostros humanos proporcionan un valioso contexto a los anunciantes. Si un logo aparece, por ejemplo, asociado al rostro de una persona, es una señal de que el protagonista del selfie en cuestión está llevando alguna prenda de ropa o complemento. Además, las sonrisas que las personas lucen (o no) en los selfies ayudan a las marcas a entender los sentimientos que sus productos provocan en los consumidores.

2. Productos

Cuando un usuario comparte en las redes sociales un selfie bebiendo una cerveza, por ejemplo, está gritando a los cuatro vientos que es fan de esta bebida. Los productos mostrados por las personas en sus “autofotos” ayudan también a las marcas a buscar correlación entre sus propios productos y los de otras marcas.

3. Ropa

Con el software adecuado, las empresas especializadas en análisis de datos asociados a los selfies, pueden clasificar objetos como bolsos o gafas de sol y detectar incluso texturas y tejidos en tales objetos.

4. Logos

Rastreando los logos que el consumidor luce en sus selfies, las marcas pueden utilizar esta información para intentar robar clientes a sus rivales en el mercado.

5. Escenarios

No es lo mismo un selfie tomado en un bar que una estación de esquí. Gracias a los escenarios que se cuelan en las autofotos del consumidor, las marcas pueden recopilar datos sobre cómo utilizan sus clientes sus productos.

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