Lo primero que ve el consumidor del producto es el packaging que va a adquirir o que ha adquirido así que las marcas deben cuidar de forma especial cómo empaquetan sus productos. El como se ha presentado el producto puede marcar la decisión de compra del mismo, así que hay que escoger una tipografía, unos colores y un diseño que recojan los principales valores de la marca.
En el caso del comercio electrónico, por ejemplo, el empaquetado es considerado una de las principales cartas de presentación que poseen las firmas. De hecho, poco importa que las empresas de ecommerce cuiden la presentación de la web, el servicio de atención al cliente o la rapidez en la entrega si después el paquete que reciben los consumidores tiene un aspecto descuidado o no se ajusta a los valores de marca. El 75% de las compradoras online aseguran, de hecho, que la presentación del producto es algo muy importante.
En el caso de Amazon, el gigante del ecommerce que marca el paso de los demás competidores en comercio electrónico, su packaging no destaca, en principio, por ser visualmente atractivo. Sus productos vienen en cajas del mismo cartón que las de cualquier competidor, aunque resulta tan fácil de abrir y de usar que consigue crear una muy buena imagen de marca en sus consumidores y diferenciarlo de los demás.
La firma ha conseguido además maximizar los tiempos de empaquetado gracias al diseño de sus paquetes, lo que les ha ayudado a conseguir más eficiencia.
El packaging puede incluso jugar a favor de las empresas de ecommerce de menor tamaño. Ocurre, por ejemplo, con Laconicum, una firma de venta online de cosmética selecta y especial. Sus productos son bastante exclusivos, ya que distribuyen en España marcas que no son muy habituales o que directamente no están en las tiendas. Su packaging también es diferente y apuesta por ese punto exclusivo y cuidado.
Cada uno de sus envíos lleva muestras gratuitas de otros productos, pero convertidas en un regalo para el consumidor. Son empaquetadas de forma específica y consiguen, así, ser vistas como algo especial.
Pero contar con un packaging original no es patrimonio de las empresas que venden cosas que, por así decirlo, se prestan a ello. Las compañías pueden innovar en muchos otros campos y apostar por empaquetados llamativos e incluso originales en otros muchos mercados. Al fin y al cabo, todas las firmas necesitan y buscan conseguir el mayor recuerdo de marca posible. Pongamos por caso el mundo de las telecomunicaciones. ¿Cómo se puede entregar un router, un teléfono móvil o una tarjeta SIM de un modo que consiga no solo impactar al usuario sino también crear un impacto de marca positivo? Las empresas de telecomunicaciones son, en general, firmas que no cuentan con el ?amor' de sus consumidores y que apuestan por el mismo tipo de presentación de sus productos.
La cablera gallega R se ha separado del packaging tradicional de estos productos, apostando por una presentación innovadora que suele gustar mucho a los consumidores. No es complicado encontrar a quien les dice en las redes sociales que le ha dado pena romper la caja de sus productos. Así, su tarjeta SIM es entregada en algo que parece una lata de sardinas y sus packs de móvil en una caja que parece, a primera vista, una ensalada.
Packaging de comida
También se puede sorprender con el packaging de comida. Todas las empresas siguen - más o menos - las mismas pautas a la hora de empaquetar comida y productos alimenticios. Lo importante es que el packaging resista (por ejemplo, en el caso del fast food al calor de la comida y al impacto de las grasas) y que pueda ser rápidamente desechado. Las marcas asumen que o bien el usuario no le va a dar mucha importancia o que o bien pueden ser ocupadas con publicidad, como ocurre en las cadenas de comida rápida.
Pero el packaging puede ser una manera de singularizarse y destacar también en este sector. Lo acaba de hacer la marca de comida rápida estadounidense Chipotle, que ha conseguido ser tema noticioso por su apuesta incluso fuera de aquellos lugares en los que tiene presencia. Chipotle incluirá textos literarios de autores reconocidos en su packaging. Los textos son además seleccionados por Jonathan Safran Foer, lo que le da cierto pedigrí literario.
En este sector, tampoco es necesario ser una marca grande para ser diferente en el packaging de alimentos. Porto Muiños, una marca de menor tamaño que hace productos precocinados, cuenta también con un packaging atractivo, con una imagen gráfica muy cuidada.
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